Teñir y charolar el cuero
Teñido del cuero
Hay cueros de color natural y otros teñidos con tintas a base de anilinas. Estos últimos se prefieren para trabajos que no serán decorados; sobre todo para objetos prensados. El cuero claro se tiñe cuando se trata de confeccionar objetos que se ensucian fácilmente. Para teñir se necesitan botellas, tazas y algodón; tal vez, guantes de goma para proteger las manos.
Colorantes de anilina. Los colorantes más seguros para teñir cuero son los de anilina, que se utilizan también en la industria. Para el preparado se parte de los colores básicos en polvo: rojo, amarillo, azul, verde y marrón; además, sulfato de hierro que se compra en la farmacia. El polvo se mezcla con alcohol de quemar y agua por partes iguales. La cantidad de colorante por emplear depende de la intensidad del color deseado, la que conviene determinar por ensayo. El sulfato de hierro se disuelve en agua a razón de una cucharadita en un vaso de agua. Con el empleo de esta sal, el cuero se tiñe de gris, y se suavizan los colores de anilina demasiado fuertes.
Una vez encontrados los tonos adecuados y ensayados en restos de cuero, se prepara una cantidad suficiente de cada color y se guarda en botellas rotuladas. Luego se comienza a teñir: se cubre la mesa con papel y con manos enguantadas se humedece el cuero empleando algodón, lo que garantiza la ausencia de aureolas durante el trabajo. Una vez que el cuero se halle uniformemente humedecido, se embebe el algodón con colorante y se aplica sobre el cuero con movimientos circulares. Si no se logra el matiz deseado, debe repetirse la maniobra. Cuando la superficie esté seca, se frota con un paño hasta que quede lustrosa y desaparezcan los restos de colorante. Como los colorantes de anilina no se disuelven en el interior del cuero, ofrecen muchas posibilidades para lograr diversas combinaciones. También pueden aplicarse a pincel.
El sulfato de cobre, igual que el de hierro, son sustancias fáciles de manejar y que casi siempre garantizan un buen resultado si previamente se ha ensayado la intensidad de los colores. El sulfato de cobre confiere al cuero una patina marrón, pero tiñe muy lentamente, y el teñido puede tardar días o hasta semanas. El sulfato de hierro confiere un color gris y resultado inmediato. Ambos colorantes se disuelven en agua tibia, se aplican al cuero húmedo y cubren suavemente la superficie.
Los mordientes, o sustancias para fijar los colores, se mezclan con agua caliente. Siempre es un poco dudoso saber anticipadamente que matiz se ha de lograr; por eso es menester realizar cuidadosos ensayos antes de comenzar a trabajar. Mezclados con otros colorantes surten efectos muy atractivos, y también son adecuados como colorantes de fondo antes de decorar.
Charolar el cuero
Esta operación consiste en teñir las labores de cuero con charol (barniz de aceite de linaza y negro de humo).
El charolado protege la superficie del cuero contra la suciedad y permite obtener un abrillantamiento perfecto. Se puede utilizar charol incoloro o charol celulósico diluido con un poco de solvente. Se aplica con algodón y debe trabajarse en un ambiente bien limpio, porque cualquier pelusilla volátil puede pegarse al charolado y arruinar el trabajo.
La capa protectora debe resultar tan delgada como sea posible. El charolado demasiado espeso forma una película que, con el uso, se quiebra o se descama y echa a perder el trabajo. Si el resultado de la primera aplicación no fuere satisfactorio, el charolado puede repetirse.
fuente: Trabajos en Cuero – Waldemar Buhler
[…] 6 – Teñir o charolar la superficie. (ver —> como teñir y charolar el cuero) […]
Me encantaria por hacer ese trabajo..pero me parece que es demasiado complejo!
necesito preparar tintas o pinturas para cuero.Aplicar con aerografo . Muy importante esta pagina